martes, 31 de agosto de 2010

Sudeste Asiático: Thailandia - Camboya - Vietnam

Hola,

¿Cómo vamos?, ¿Es dura la vuelta del verano???

Me pregunto cómo será de dura la vuelta para mí. Las vacaciones normales son un paréntesis, que permiten desconectar de nuestro día a día, pero no da tiempo a cambiar de realidad. Lo curioso de este viaje es que "la realidad" pasa a ser el día a día en cada país y no "mi vida" en España. Aunque mantengo mucho contacto, la vida en Madrid es algo más lejano, de la que ahora mismo no soy parte, y que "tendré que recuperar" a la vuelta. Y otra pregunta, ¿estoy cansado de tanto viajar? La respuesta es No. El viaje es muy largo y son muchas cosas para ver y para procesar. El día que termino en un país tengo que hacer mentalmente un "cambio de contexto" total. Tengo que olvidarme de la gente, de lo que he hecho, y empezar de cero en otro país nuevo. Es un viaje nuevo. Esto es cansado porque los primeros días tienes un montón de cosas para leer, para enterarte, para planificar... Pero lo bueno es que hasta ahora es siempre mayor la ilusión de conocer un país nuevo que el cansancio acumulado!.

Y el viaje nuevo del mes de Agosto fue el Sudeste Asiático con amigos!. Comenzamos el viaje Fernando, Alex, Oscar y Dani (mi hermano, mi primo y dos amigos del colegio); y a los pocos días se unió Raúl (un amigo del trabajo). Éramos un grupo bastante heterogéneo, pero personalmente, estoy muy contento con como han salido las cosas. Cuando vas a viajar con más gente creo que hay tres cosas en las que es importante estar de acuerdo: En la ruta, en el nivel de vida y en el balance entre cultura y noche. El resto, las bromas, la diversión y las complicidades se crean solas en el viaje. Paso a contaros lo que hicimos.





(Fotos: Primer foto: De izquierda a derecha, Fer, Dani, Oscar, Alex, Ral y yo. Segunda foto: Con Javi e Inés (y Raul), hicimos juntos el Sur de Vietnam).







En THAILANDIA, comenzamos el día 1 de Agosto en Bangkok. Nuestro hotel estaba cerca de Kaosan, el barrio de mochileros, y los primeros días visitamos la ciudad. Lo más bonito para mí fue el Palacio Real y una actividad diferente fue ver un combate de "Muay Thai" (Thai Boxing). Nos sorprendió que la entrada mínima fuesen 1000 baths (aprox. 25€) que, en Thailandia, es un precio caro. Después de Bangkok subimos al Triángulo de Oro en el Norte. El triángulo de oro es la unión entre Myanmar (Birmania), Laos y Thailandia. Si se llama de oro no es porque exista ningún metal precioso en la zona, sino por la cantidad de dinero que generaban las plantaciones y el tráfico de opio en la zona. Vimos el museo del Opio... Estos días nos alojamos en Chiang Rai y Chiang Mai, y tuvimos oportunidad de montar en elefante, entrar a la jaula de un tigre y conocer a las Mujeres Jirafa. Las Mujeres Jirafa, como se conoce a la tribu Kayan, son originarias de Myanmar. Sin embargo, algunas de ellas viven como refugiadas en la Thailandia. Llevan una espiral de bronce en el cuello que les confiere una identidad tribal y que asocian con la belleza. Comienzan a llevarla a los 5 años y van aumentando en longitud y en peso llegando a llevar hasta 14 kg en el cuello!. También llevan anillos en las muñecas o los tobillos. Un par de mitos que no son ciertos son: Primero, que las Mujeres Jirafa tienen un cuello más largo, el cuello no es más largo sino que el peso de la espiral empuja la clavícula hacia abajo dando la apariencia de un cuello mayor. Tampoco es cierto que un castigo para las mujeres infieles sea quitarle los anillos de forma que el cuello se rompa. Las mujeres se quitan la espiral para limpiarla, cambiarla o por motivos médicos sin problemas. ¿Y de donde viene la tradición? Los orígenes no están muy claros. Una de las teorías dice que los anillos servían como protección para los mordiscos de tigre... (Fotos: Campo de elefantes. "Niñas jirafa" en la escuela. Alex literalmente "tirándole del rabo" a un tigre).



Del Norte volamos a Koh Phangan, una isla en la costa oriental de Thailandia que es famosa por la "Full Moon party". Estas fiestas comenzaron a hacerse en Koh Phangan allá en 1985. Ahora, cada Full Moon Party hay de 20.000 a 30.000 personas en la playa.... Es una locura de gente, bebida, baile, música, o lo que cada uno quiera. Además, al calor del negocio también han surgido fiestas todas las semanas: "Black Moon Party", "Half Moon party"... Nosotros estuvimos en una "Black Moon Party"!!!. En la isla también alquilamos unas motos, y "nos relajamos" (esta es para Oscar ;-)), en la piscina del hotel... El último día hicimos buceo aunque no fue muy vistoso porque el agua estaba muy turbia y la visibilidad era baja. (Fotos: Salto a la comba, o al interior de un círculo con fuego, en la Black Moon Party).

Algo curioso, y de lo que os pongo a todos en sobre aviso, es que en Thailandia son comunes los "lady boys". Es decir, chicas que en realidad no lo son!. Algunas son fáciles de reconocer, pero otras no te darías cuenta al no ser que realmente "inspeccionases" los bajos. La sociedad thailandesa es bastante permisiva con los "lady boys" y están aceptados, o incluso pueden llevar una vida normal entre semana y convertirse los fines de semana. Ah!, lo que sí que probamos fue el masaje Thailandes. Os sorpredería lo duro que es. Te relaja pero lo hace a base de estiramientos y de puntos de presión, clavándote el codo o la rodilla y llega a doler!!

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13.09.2010: A petición del público añado la foto de Dani y la gigantona!.







CAMBOYA
fue la parte del viaje que más me gustó. Nos sorprendió Phnom Penh, que por las referencias que teníamos no merecía mucho la pena, pero nos permitió conocer una parte del pasado terrible y cercano de Camboya. Me refiero al período de los Jemeres Rojos.

Los Jemeres Rojos (Khmer Rouge) gobernaron Camboya desde 1975 a 1979. Inicialmente una guerrilla llegaron al poder tras expulsar al General Lon Nol que regía una dictadura militar desde 1970. Quisieron hacer de Camboya una sociedad agraria, de inspiración maoísta que fue conocida como "Kampuchea Democrática". El liderazgo de los Jemeres Rojos lo constituyó secretamente el partido comunista de Camboya. Sus líderes, incluido PolPot no eran conocidos más que para unos pocos, y todas las políticas o decisiones se tomaban en nombre de "Angkar" ("la organización"). Llevaron a cabo un programa radical, aislaron al país de la influencia exterior, abolieron la moneda y los bancos, cerraron escuelas, fábricas y hospitales, suprimieron todas las religiones y eliminaron la propiedad privada. Por ejemplo en las 72 horas después de la liberación de Phnom Phen expulsaron a su población al campo. Consideraron esta fecha como el año "cero" para una nueva sociedad sin clases forzando a los habitantes de las ciudades a emigrar al campo y convertirse en campesinos en campos de trabajo. Casi toda la élite intelectual de Camboya, profesores, médicos, personas con idiomas e incluso personas con gafas!, fueron asesinadas para crear la nueva sociedad comunista agraria ideada por Polpot. Los fallidos intentos de reforma agraria llevaron a la hambruna, y el rechazo de la medicina occidental, favoreciendo los remedios de los campesinos, causaron la muerte de millares de personas. Se produjeron ejecuciones brutales y arbitrarias contra elementos "subversivos", o incluso sus propios cuadros, que son consideradas como un genocidio. Durante este periodo alrededor de 1,5 millones de personas, o lo que es lo mismo entre un tercio y un cuarto de la población, murió!!!. (Foto: Hijo de unos campesinos en Camboya).

La caída de los Jemeres Rojos vino de la mano del ejército comunista de Vietnam del norte que cansado de las continuas incursiones en la frontera decidió invadir Cambodia. No obstante los Jemeres Rojos se refugiaron en la frontera con Thailandia y mantuvieron la representación de Camboya en las Naciones Unidas hasta 1991!. También mantuvieron una guerra de guerrillas en Cambodia contra el gobierno impuesto por Vietnam durante la década de los '80. En 1989 al enfriarse la guerra fría los vietnamitas abandonaron el país, y desde 1991 a 1993 la ONU colaboró en un proceso que supondría un gobierno de coalición y la vuelta de la monarquía a Camboya. Tras una lucha de poder entre los líderes de los Jemeres Rojos, Polpot fue encarcelado y murió en 1998. En 1999, el general "Ta Mok" y el resto de los Jemeres Rojos se rindieron.

Actualmente existe un proceso abierto contra sus líderes. En el 2006 se fundó el "Tribunal para el Genocidio Camboyano", que es un tribunal mixto entre el reino de Camboya y la Comunidad Internacional. Un primer juicio contra el camarada "Duch", jefe de la prisión del S-21, y que si había reconocido su arrepentimiento por el genocidio, se celebró en 2009. Todavía están pendientes los juicios contra Nuon Chea, Ieng Sary y otros líderes pero, por edad se teme que fallezcan antes de que se produzcan los juicios.

Y reflexionando un poco, algo que me impresiona es cuán seguro debes de estar de una idea, o cuán ciego para aferrarte a ella, incluso viendo el sufrimiento que ha causando. Me refiero a las políticas de "ingeniería social" que Polpot y su cúpula aplicaron y llevaron al genocidio. Aunque tuviesen la visión que una sociedad autosuficiente, basada en la agricultura y "de vuelta a los valores tradicionales" fuese el mejor sistema para Camboya, ¿No se daría cuenta que las políticas no están funcionando y que el terror reina en la sociedad?. Es más, conforme han pasado los años y se ha conocido la verdad de los "campos de la muerte", no debería uno reconocer que sus políticas fueron erróneas o estuvieron fuera de control. Para que os hagáis una idea de la brutalidad de sus acciones: Conforme al slogan "Para limpiar las malas hierbas debes eliminar la raíz por completo", familias enteras, incluidas mujeres y niños fueron asesinados. Para matar a los bebés en "Choeung Ek" se les cogía por una pierna y se les golpeaba contra un árbol antes de tirarlos a la fosa. Hoy todavía es posible ver el árbol. Me impresiona pensar que antes de su muerte Polpot dijese no arrepentirse de nada. (Foto: Parte de los huesos de los huesos de las 9.000 víctimas clasificadas en el campo de "Choeung Ek").

Vimos la prisión del "S-21". Era una antigua escuela que fue convertida en el principal centro de detención y tortura en Phnom Phen. Los "subversivos" pasaban por aquí antes de ser enviados a los campos de la muerte en "Choeung Ek". Estos campos impresionan mucho porque son como Auschwitz, pero mucho más cercanos en el tiempo y menos oficializados. Menos exposición y más una realidad que todavía está por terminar de ordenarse. Por poneros un ejemplo, el día anterior había llovido mucho y en los caminos siguen apareciendo ropa y trocitos de huesos de las víctimas. Es duro visitarlos pero es bueno que se mantenga como un testimonio para la historia. (Foto: Torturas cometidas en la prisión del S-21 en el nombre de "Angkar").


Como parte más bonita también estuvimos en Siem Reap y vimos los magníficos "Templos de Ankor". Estos templos son de la época en que el Imperio Jemer estuvo en su apogeo entre los siglos IX y XIII. Alquilamos unas bicis y recorrimos los templos por nuestra cuenta. Fue un plan guay!, pero, quizás si hubiésemos contratado un guía habrían resultado más interesantes. (Foto: Templos de Ankor en Siem Reap).


En Siem Reap también aprovechamos para salir de fiesta por la noche, y tristemente, también tengo otra anécdota que contaros. Fuimos a cenar, tomamos unas cervezas, y entramos a un pub. El sitio estaba lleno de turistas y con poca gente local. Tomamos unas copas y a eso de la 1 am el sitio cerró. Decidimos ir a otro garito que abría hasta más tarde para continuar la fiesta. En el camino vinieron un grupo de niños y niñas. Tendrían alrededor de 8 a 14 años y comenzaron a jugar con nosotros. Lo que hacían era pisarte una chancla y empujarte hacia atrás, de forma que al echar el cuerpo hacia atrás la chancla se te salía y ellos se reían. Había una niña que tenía un bebé en brazos. Fue divertido cuando Fer cogió al bebé en brazos y justo se puso a hacer pis!. Los niños también jugaban a peleas y pegar puñetazos como haría cualquier niño de su edad. Por nuestra parte la situación era divertida, jugar a aguantar los puñetazos en la tripa, y siempre teniendo un poquito de cuidado de que ninguno nos robase la cartera. Hasta aquí todo normal. Sin embargo, de repente un hombre de unos 50 años, bajito, no con buena pinta nos dijo: "Do you want sex?", "Do you want any of them?" (¿Queréis sexo?, ¿Queréis alguno de ellos?). Al escucharlo se me heló la sangre. Los niños estaban jugando como haría cualquier niño de su edad, y sin embargo, también podían ser objeto de prostitución infantil. Se te pasa por la cabeza pegar un puñetazo a semejante hijo de puta, éramos 6 y esa pelea estaba ganada, reflexionas un momento y una pelea quizás no vayas a cambiar nada en esos niños, ni nadie te asegura que no haya más gente con él. Quizás buscar a un policía pero en aquella calle a aquellas horas no había ninguno. Al final, impresionados, nos deshicimos de los niños que todavía seguían jugando y corriendo detrás de nosotros y entramos al segundo garito.

Camboya es un país pobre, y pesé a que las dos historias que os he contado en el blog sean muy duras, ha sido el país del sudeste asiático que más me ha gustado. Menos desarrollado y menos preparado para el turismo que Thailandia y Vietnam, y quizás por ello también más auténtico. Los camboyanos siempre fueron serviciales y sonrientes, y, por sus caras uno no sabría leer los acontecimientos pasados. Prostitución infantil hay en Camboya, como estoy seguro que hay en Thailandia aunque nosotros no la hayamos visto, y como tristemente también estoy seguro que la hay en muchos más sitios. (Foto: Niña riéndose en Camboya).






Finalmente VIETNAM, donde estuvimos los últimos 12 días del mes. Comenzamos por el Norte, en Hanoi. La primera noche vimos un espectáculo de marionetas de agua y el día siguiente fuimos a la Bahía de Halong. Para mí la bahía fue lo mejor de todo Vietnam. Dormimos en un barco y además tuvimos mucha suerte con el tiempo. Sólo hay que ver las fotos del atardecer. Unos colores preciosos. (Foto: Atardecer jugando a las cartas en la Bahía de Halong).


La historia de Vietnam en la última mitad de siglo la podemos resumir en los siguientes puntos. Hasta la segunda guerra mundial Vietnam fue una colonia francesa, pero tras la ocupación Nazi Francia se vió obligada a ceder la colonia a los japoneses. En 1941, el Viet Minh, un movimiento comunista y nacionalista liderado por Ho Chi Minh inició la "Primera Guerra de Indochina" en busca de la independencia. En 1954 en la Conferencia de Ginebra se firmó un alto el fuego que dividía el país en dos partes. Al sur de la zona desmilitarizada la parte pro-francesa y al norte los comunistas. Los acuerdos no pretendían hacer permanente la división del país sino que debían celebrarse elecciones y prohibían expresamente la interferencia de terceros países. En los años siguientes el sur se negó a celebrar elecciones y el norte comenzó una guerra de guerrillas para expulsar al gobierno que consideraban títere del colonialismo. Estados Unidos, temiendo que el comunismo se expandiera, comenzó a apoyar al sur en 1965, y en su momento más alto llegó a tener 500.000 hombres destinados en Vietnam. Para 1973 debido al número de bajas y a la oposición interna, EEUU se dió cuenta que no iba a ganar la guerra y con Nixon comenzó una política de "Vietnamización" (retirada de las tropas americanas de los puestos de combate). En 1975 cayó Saigón y en 1976 todo Vietnam quedó unificado bajo el gobierno comunista.

Después de Hanoi decidimos cambiar de planes y en vez de ir a Sappa, que es una zona montañosa poblada por "minorías étnicas" fuimos a la zona desmilitarizada y a los túneles de "Vin Moch". Los túneles los construyeron los aldeanos para protegerse de los bombardeos. Escavados a una profundidad de entre 10 y 30 metros, en ellos vivieron hasta 60 familias. Tenían cocina, enfermería y pozos. Pero no os imaginéis que la vida aquí debía ser fácil. Como anécdota os contaré que llegamos un poco pronto a los túneles y tuvimos que esperar durante 30 minutos para la visita guiada. Dimos un paseo y al ver la entrada a uno de los túneles decidimos entrar. Dentro del túnel la sensación era de calor y agobio. En muchas partes debíamos arrastrarnos y salimos totalmente sofocados. Lo gracioso es que a la salida el guía nos dijo que esa entrada no era para turistas, y no estaba preparada en absoluto!. Lo bueno es que así nos pudimos imaginar un poquito mejor cómo debía ser la vida dentro de los túneles!. (Foto: Oscar dentro de los túneles de Vinh Moch).

Los últimos días bajamos a Ho Chi Minh (antigua Saigón) donde coincidimos con Javi e Inés, dos amigos de los Scouts. Ya que Javi e Inés traían el viaje muy preparado aprovechamos para comer en los restaurantes recomendados. Muy buenos. Y también hicimos la visita obligada en esta zona: el Delta del Mekong. (Fotos: Inés jugando a "Rambo" ;-). Embarcaciones en el Delta del Mekong. Javi y Raúl junto a un avión americano)


Los transportes en Vietnam dejan bastante que desear. Las ciudades están llenas de motos y cada uno cruza cuándo quiere. Además, en tramos pequeños es posible circular en dirección contraria, una auténtica locura!. Para ir hacia el sur cogimos un "sleeping bus" (autobús cama). Esperábamos asientos reclinables y quizás un reposa pies, pero no. El autobus consistía en una estructura de literas, 3 en altura y 3 en anchura. Cada litera termina en una caja que pasa a ser el respaldo de la siguiente litera. Las cajas son para meter los pies, pero recuerdan a ataúdes!. También probamos los trenes cama. No estaba mal, salvo que las sábanas estaban sucias del viaje anterior. Eso sí, es fácil ver gente apiñada, pollos y había hasta un mono!. Por último decir que las distancias por carretera pueden no ser muy largas, por ejemplo 70 km, pero se tardan varias horas. Una buena autopista que recorra el país de Sur a Norte es algo que necesita el país urgentemente!.

Para bien nos sorprendió la gente porque habíamos escuchado que eran poco amigables pero no los vimos así. Lo que es cierto es que al tener una discusión con algún vietnamita no debes subir el tono de voz, porque se enfadan dejan de colaborar, y al final tienes tu todas las de perder. Alguna curiosidad más que os puedo contar de Vietnam es que el apellido más común es "Nguyen" y que su café es una bomba. Es fortísimo y lo sirven con leche condensada en vez de leche fresca!. También contaros que las leyes de copyright, como en otros países del sudeste asiático, a penas se aplican. Así es fácil encontrar tiendas de libros fotocopiados, y música y películas copiadas. Me parece a mí que los vietnamitas son unos tipos duros, y tiene a su SGAE bien a raya ;-))!!. (Fotos: Forma de hacer el café en Vietnam. Guías de la Lonely Planet fotocopiadas y listas para vender).


Bueno, os dejo algunos recuerdos más de este mes:





Besos y abrazos para todas y todos!
Hasta pronto.

Jorge.



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05.12.2010: Añado también un escrito de mi hermano Fernando sobre esta parte del viaje.

Es extraño que después de todo un año hablándonos Jorge por aquí, me ponga yo ahora a compartir algunas experiencias del viaje. Por este blog fueron pasando solo los que quisieron y siempre en el momento que les pareció oportuno. Supongo que ese momento era justo el que estaba yo esperando… Ahora pasado un tiempo y con la perspectiva que te da la lejanía me gustaría compartir algunas experiencias del viaje...

Thailandia es sin duda el país que está abierto al turismo. Deciros que en Thailandia hay multitud de ambiente por la noche, tanto en la capital Bangkok como en las ciudades del norte –Chiang Rai y Chiang Mai-. Y para los que quieran todavía más, siempre pueden acudir a una de las mayores fiestas que se celebran al aire libre. Esta fiesta no es otra que la Full Moon Party que se celebra cada 28 días en una isla pequeñita al sur del país: Koh Phangan. Como comentaba Jorge esta fiesta concentra a gente de todos los lugares del mundo y dependiendo de los meses, temporadas, las fiestas pueden alcanzar las 30.000 personas. Esto no siempre ha sido así. Hay varias teorías sobre los inicios de esta fiesta. Una de las más divulgadas es que un grupo de amigos se reunió en esa playa y celebraron un cumpleaños alrededor de un fuego. Al tiempo otras gentes copiaron esa idea y poco a poco se fue convirtiendo en costumbre realizar estas fogatas, fiestas, espectáculos. Posteriormente se añadieron chiringuitos, bares... Todo esto fue una cadena que llego hasta nuestros días convirtiéndose en una de las mayores fiestas que hay en el planeta.

Como anécdotas del viaje y cambiando ya de país deciros que no solo de Templos de Angkor vive Camboya. Para quienes buscan emociones fuertes, existen diferentes clubs que en lugar de ofertar música o espectáculos, ofrece al cliente la posibilidad de disparar armas de todo tipo, tamaño y calibre... Son una atracción en las que los militares camboyanos han encontrado una nueva manera de hacer negocio. Se tratan de campos de tiros equipadas reinventados como cafeterías adornada con metralletas de época en la que no hay ningún inconveniente en tomarse unas cervezas mientras eliges el arma con que quieres disparar. Nosotros elegimos el famoso fusil de asalto soviético diseñado durante la segunda guerra mundial AK-47,que, con 40 balas, viene a salir por unos 30 dólares.. Otras posibilidades son pistolas, revólveres, metralletas y hasta granadas pero a estas no nos animamos…Quizá una próxima vez!

Tengo comprobado que una de las mejores formas de conocer un país que no es el tuyo es estar en los sitios no guiados, esto es alejados de los típicos sitios turísticos…sitios que llegas sin realmente buscarlos, sitios donde saborear una cerveza o un café hablando con tus compañeros de viaje o escuchando las historias de sus ciudadanos. No recuerdo exactamente los temas de los que hablamos, o si compartía o no mi opinión, pero si que recuerdo a los vietnamitas como gente humilde, que hablan bastante mal inglés, pero amables y felices con la vida y costumbres que tienen. Como peculiaridad nos sorprendió que siendo Agosto viésemos a gente con ropa cubriéndose todo el cuerpo. El motivo es que para las jóvenes vietnamitas tener una piel clara es sinónimo de belleza, así que suelen utiliza gorros/gafas/manga larga o incluso evitan salir a la calle entre las horas solares.. Además tienen sus propias cremas blanqueadoras que están muy cotizadas!

Bueno supongo que podría contad alguna que otra anécdota más, pero esas me las reservó para mí y mis 5 compañeros de viaje: Jorge, Alex, Oscar, Dani y Raúl. La verdad es que lo recuerdo con mucho cariño. Sí, fue un buen verano aquel por el Sudeste Asiático...

Fernando.