viernes, 15 de octubre de 2010

Nepal

Holaaa!!!,

¿¿¿Como os van las cosas???. Espero que bien!.

Hoy os voy a contar cómo han ido las cosas en Nepal!. Sin duda es uno de los países que más me ha gustado en todo el viaje. En Nepal es posible practicar deportes de aventuras, rafting de 3 días, bungy-jumping, parapente... y a muy buen precio; ver tigres y montar en elefante en Chitwan; aproximarse a la cultura India en Pashupatinath; visitar Lumbini, el lugar de nacimiento de Buda; comprar material deportivo y de montaña a muy buen precio en los barrios de mochileros de Kathmandu y Pokhara... Todo esto es muy atractivo, pero lo que yo estaba deseando era ver el Himalaya y sus montañas de ocho mil metros.

(Foto: Vista desde el Campo Base del Annapurna).

Así que como tenía claro que quería hacer en Nepal condicioné muchas cosas por ello. Fijé venir a Nepal en Octubre porque es la época posterior al monzón y la visibilidad es muy buena sin entrar en el invierno. Reduje un poquito el tiempo en Calcuta para tener días suficientes para hacer un trekking interesante. También tuve que comprimir el tiempo y las visitas en Kathmandu y organizar el trekking con rapidez. Quizás los tres trekkings más comunes en Nepal son:
  • Circuito de los Annapurna: Rodea el macizo de los Annapurna. Pasa por Muktinath, lugar de peregrinación para Hindus y Budistas. Punto más alto: 5416. Duración: Alrededor de 20 días.
  • Santuario del Annapurna: Asciende al campo base del Annapurna pasando por poblados Gurung y con increíbles vistas. Punto más alto: 4170. Duración de 6 a 12 días.
  • Campo base del Everest: Su mejor atractivo es ver el Everest. Punto más alto: 5545m. Duración: 12-14 días.
Yo por días, porque combina cultura y montaña, y porque me lo habían recomendado escogí el trekking del Santuario del Annapurna. Ahora la siguiente elección consiste en ¿contratar un guía y un porteador?, ¿sólo un guía?, o ¿hacerlo de forma independiente?. Un guía viene a costar de $20 a $40 al día, y el portador aproximadamente $10 al día. En Kathmandu te asustan intentando que contrates ambos, el guía y el porteador. Yo decidí hacer el trekking por mi cuenta: Estaba convencido de que físicamente no tendría problema y que en el camino encontraría gente. Asi que compré el mapa y comencé el trekking!.(Foto: Niños a la entrada de un poblado Gurung durante la marcha).


Pero bueno, antes de comenzar, pasé dos días en Kathmandu. Visité Pashupatinath, lugar sagrado para los Hindus a orillas del río Bagmati. Al igual que en Benarés en la India, los fieles realizan ofrendas al dios Shiva y creman a sus muertos. Visité Boudhanath y su gran tstupa, que es el centro de la cultura tibetana en Nepal. Y por supuesto, el "Monkey Temple" (Templo de los monos) y Durbar Square. Como preparación del trekking compré unos cortavientos copia de la marca "The North Face" por un precio similar a 20€. Son copias y no originales, pero los materiales que utilizan son buenos y más que suficiente para el trekking que iba a hacer. También tuve que obtener el Permiso para acceder al "Área de Conservación de los Annapurna" y la tarjeta del TIMS (Trekking Information Management System). (Fotos: Detalle de la tstupa en Boudhanath y vista general de Pashupatinath).


Que no fuese hacer el trekking al campo base del Everest no significa que no me muriese de ganas de ver el Everest, o como lo llaman los sherpas Sagarmatha, o como le llaman en Tibet Chomolungma. Así que me permití el lujo de contratar un vuelo sobre el Everest. Estos vuelos son de una hora de duración, parten y regresan de Kathmandu y cuestan alrededor de 115€. Y a volar... Las azafatas reparten un panfleto con el perfil de las montañas que sobrevuela el avión y es increíble ver desde el aire picos como el Cho-oyo (8201 m), el AmaDablan (6812 m), el Pumoki (7161m) , el ShishaPangma (8013 m) y por supuesto Lhotse (8516 m) y Everest (8848 m)!!
(Foto: De atrás para delante, también de más alto a menos: Everest, Lhotse y Amadablan



El día 4 de Octubre cogí el autobús para Pokhara, pasé la tarde paseando en el lago y viendo el Museo Internacional del Montañismo. Al día siguiente me levanté temprano para ver el amanecer desde Sarangkot. Hay muchísima gente, pero es precioso ver como primero el cielo toma color rojo anaranjado y minutos después el sol toca la punta de los Annapurna. Hasta este momento desde nuestra posición el sol no se ha visto en el horizonte, pero a continuación aparece haciendo los colores anaranjados todavía más intensos. Por último, los rayos iluminan la cumbre del Machapuchare y finalmente el valle de Pokhara.


(Fotos: Secuencia de imágenes en el amanecer visto desde Sarangkot).




Trekking a Ghorepany y Santuario del Annapurna

Día 1 - Nayapul (1070 m.) a Tikhedungga (1540 m.)- 3 horas


Después de levantarme temprano para ver el amanecer tomé un autobús de Pokhara a Nayapul. Fue emocionante porque hice el trayecto en el techo del autobús. Era divertido pero no pude evitar pensar que si el autobús tenía un accidente mis probabilidades de salir ileso eran ínfimas. Aparté esta idea de la cabeza y
disfruté de la vista y el aire en la cara.

En Nayapul comencé el trekking, algo nervioso por ver si realmente me orientaría bien, cuánta gente habría o cuán duro parecía el camino. Fue un día sencillo. Había mucha gente, especialmente grupos de excursionistas extranjeros de alrededor de 50 años. Es un contraste ver el equipo de estos grupos: Botas de montaña (incluso con los guetres puestos aunque no hubiese nieve ni lluvia!); pequeña mochila de ataque porque la mochila principal la lleva el porteador, pantalones y abrigo de Gore-tex, y cara de agotados; mientras te cruzas con porteadores con 50 kg a la espalda en camiseta y chanclas!. (Foto: Guesthouse en Tikhedungga).


Día 2 - Tikhedungga a Ghorepani (2750 m.) - 6 horas

Fue uno de los días más duros. Más de 1000 metros de desnivel. En el camino me crucé con muchísimas cabras que bajan para el festival de Dasain. Durante el festival cada familia sacrifica una cabra, cada animal cuesta alrededor de 150$ y se sacrifican más de 100.000 cabras. Es una sensación extraña ver a las cabras bajar corriendo, o incluso, cuándo días después están atadas a la puerta de la casa y no paran de balar. No se si en algún momento son conscientes pero todas tienen su destino marcado!.

En el camino conocí a un matrimonio belga-holandés que hacían el camino hasta el campo base con su hija de 4 años!. Fue divertido cuándo me dijo que "...ellos no eran locos...","Locos eran otro matrimonio que estaba haciendo lo mismo con tres hijos de 7 meses, 2 y 4 años"!. Desde este momento me quedé mucho más tranquilo con mi decisión de no contratar guía ni porteador. Por la noche conocí a un grupo de españoles de Cataluña. El más deportista de todos ellos se dedicaba a hacer carreras de larga duración. Había corrido 10 "Ironman" y tenía mucha facilidad de palabra. Además le gustaba filosofar sobre el deporte y la vida. Fue una noche interesante. (Fotos: Cabras bajando de la montaña para el Festival. Bonito río en el camino).


Día 3 - Ghorepani a Gurjung (2210 m.) - 6 horas

Todo el mundo que duerme en Ghorepani se levanta muy temprano para andar unos 40 minutos y ver el amanecer desde Poon Hill. Desde esta colina hay una amanecer mejor que el de Sarangkot. Además del Annapurna y el Machapuchare desde Poon Hill es posible ver el Dhaulagiri, otro pico de 8167 metros y que esta vez es el primero en ser iluminado por los rayos del sol.

Al lado de mí había una chica tiritando. Como tenía una chaqueta de sobra se la presté. Más tarde, en una intersección en la que teníamos dudas conocimos a otro chico. Así conocí a los primeros compañeros en el camino. Se llamaban Fanny, de Francia, y Dodge, australiano. La noche en Gurjung fue agradable porque en la guesthouse solo estábamos Fanny y yo. Asi que pudimos compartir vida con la familia y el dueño nos invito a tomar un "rakshi", la bebida local. (Fotos: Primeros rayos de sol sobre el Dauglairhi. En la tiendecilla de la guesthouse con el dueño y su hija).


Día 4 - Gurjung a Himalaya (2900 m.) - 9 horas

Sinceramente me parecía una pasada tener la oportunidad de andar por el Himalaya. Y en este punto, no estaba buscando días tranquilos sino me apetecía cansarme. Tenía ganas de dejar el bosque y las alturas de 2000 metros y pasar al paisaje de alta montaña. Así que este día decidí hacer un día duro.

Por la noche en Himalaya (es el nombre del pueblo) conocí a Andrew, un americano que había trabajado un tiempo como caza-talentos en el "Silicon Valley", y ahora, tras su segundo viaje de 9 meses, iba a dar un giro a su carrera para convertirse en diplomático. Era muy "americano", pero a la vez, tenía mucha experiencia y sabía de muchos temas. Me cayo bien desde el primer momento. Por la noche literalmente nos cortaron la conversación y nos echaron de la sala común porque los sherpas querían irse a dormir. A partir del día siguiente andaríamos juntos.
(Fotos: Paisaje durante la marcha, flores y ochomiles al fondo. En este caso la montaña es el Dauglahiri).

Día 5 - Himalaya al Campo Base del Annapurna (4170 m.) - 4 horas

La subida al campo base traía la duda de si sentiríamos mal de altura. Afortunadamente no tuvimos ningún problema con la altura. El tiempo, sin embargo, empeoró y las dos últimas horas necesitamos abrigarnos para andar.

En el refugio ocurrió una casualidad. El mundo es pequeño y... crucé la vista un par de veces con un chico que parecía español pero no pregunté. Al ratito este chico me preguntó a mi. ¿De dónde eres?. Español. ¿Y de qué ciudad?. Madrid. ¿Qué parte?. Barrio de la Estrella. Aiba!, pues ahí iba yo de pequeño al Grupo Scout 284. Anda ya!. Yo también!!!. jaja!. Manu Pernil es dos años mayor que yo y aunque no nos conocíamos directamente porque el dejó pronto el grupo si que conocemos a mucha gente en común!. Hasta donde llega el grupo!!!.

Por la tarde para matar el tiempo, porque lo que es el tiempo fuera no mejoraba, jugamos a las cartas y a juegos de pensar hasta que nos aburrimos. Además de a Manu, conocimos a Amy y Abbie, de Inglaterra y Nueva Zelanda respectivamente.
(Fotos: Cambio en el paisaje. Ahora es árido y la montaña del fondo es la cara sur del Annapurna).

El Annapurna I, de 8091 metros, fue el primer ochomil en ser escalado. Que fuese el primer ochomil en caer no quiere decir ni mucho menos que fuese el más fácil. Es el ochomil que tiene un ratio de mortalidad mayor: 43%, frente al 6% del Everest. En 1950, una expedición francesa liderada por Maurice Herzog, hizo una ascensión épica. Del libro "Annapurna" por M. Herzog:

"Nunca había sentido una felicidad como esta - tan intensa y a la vez tan pura. Esa roca, la más alta de todas, ese risco de hielo - ¿eran los objetivos de toda una vida?, o, ¿eran los límites del orgullo humano?"

Leer este libro por la noche al acostarte calentito en el campo base es algo que no tiene precio.


Día 6 - Campo Base del Annapurna a Dobhan (2580 m.) - 5 horas

Todo el mundo nos levantamos temprano. En el campo base el tiempo siempre sigue el mismo patrón. En torno a las 5 am, si el día está despejado, hay una bonito amanecer y una buena vista de las montañas que nos rodean. Conforme el sol va calentando el valle se forma una bruma que asciende y alrededor de las 11 am parte del circo de montañas queda tapado. Este día nos levantamos y el tiempo estaba nublado!. Maldije varias veces, pero, afortunadamente las nubes levantaron y los cuatro días de marcha hasta el campo base dieron su resultado!.

Después de desayunar el grupo que habíamos formado la noche anterior: Andrew, Manu, Abbie, Amy y yo, hicimos una excursión hacia el glaciar. Subimos por un risco que daba directamente al glaciar hasta que el campo base a lo lejos quedaba bien pequeño. A partir de aquí, y aunque a mi me hubiese encantado poder continuar, comenzaba el glaciar y el terreno para el que no estábamos técnicamente preparados ni teníamos el equipo necesario. Así que media vuelta. Los cinco juntos comenzamos a desandar lo andado los días previos. (Fotos: Amanecer sobre el Annapurna I. Vista desde el punto dónde comenzamos el descenso. El campo base aparece diminuto en la base).


Día 7, 8 y 9 - Dobhan - Chomrong - Kyumi - Nayapul

Al contrario que en la subida, lo que más me apetecía a mi, y también al resto del grupo, era disfrutar del paisaje, de la tranquilidad de tener varios días perdido en la montaña, sin teléfono ni internet, con vistas espectaculares, pequeños poblados Gurung (el grupo étnico local), charlas y risas por las noches o después de las comidas... No había ningún plan, sino que cada día andábamos hasta que uno sugería tomar un té, o, encontrábamos un sitio tan acogedor que decidíamos no andar más ese día. Esto hizo que la bajada que podíamos haber hecho en 2 días la hiciésemos en 4, pero fueron buenos días. (Foto: Mis cuatro compañeros de viaje. Por orden Amy, Andrew, Abbie y Manu)




Ya de vuelta en Pokhara los 5 juntos hicimos dos cenas con comida mucho mejor que el reducido menu que teníamos en la montaña. Durante el trekking la comida principal, que es también la comida más importante en Nepal, fue el Dhalbat (arroz con sopa de lentejas y unas verduras cocidas). En estas cenas de despedida tuvimos carne y vinieron acompañadas por unas cervezas y unos mojitos!.(Foto: Dhalbat. Comida típica nepalí).




Como broche final al volver del trekking se estaba celebrando en Nepal el Festival Dasain. Es el festival nacional de Nepal, dura 15 días, y esta asociado a un festival Hindu. También es fiesta nacional en Buthan y el estado indio de Sikkhim. El festival se realiza cada año antes de la recolección del arroz. Enfatiza los lazos familiares y durante estos días muchos nepalies vuelven a sus villas de origen. Se sacrifican animales: cabras, búfalos, patos y pollos. La sangre como símbolo de fertilidad es ofrecido a la Divinidad. La carne, una vez bendecida, es comida en familia. En algunas partes de Nepal, especialmente en las familias más pobres, la carne que toman durante el festival es la única que tomarán a lo largo del año. Al ser un festival familiar no es fácil de experimentar para una persona extranjera. Lo que si que he visto, y dado que soy un "chico de ciudad" ha sido la primera vez, es la matanza o sacrificio de los animales. Todo un ritual!(Foto: Sacrificio de una cabra durante el Festival Dasain).


Como siempre, os dejo alguna foto más de este país tan fascinante.

Un abrazo muy fuerte.

Jorge.














sábado, 2 de octubre de 2010

Kolkata

Holaaa!,

Hacer unos días de voluntariado en India era una actividad que desde el principio del viaje me apetecía. Eso lo tenía claro. Lo que me faltaba era encontrar una organización de confianza en la que colaborar. Y además que me aceptasen como voluntario para un periodo corto. La respuesta a mi búsqueda vino sola en Sydney. Un chico francés con el que compartía hostal había hecho un voluntariado con las Misioneras de la Caridad, la orden creada en 1950 por la Madre Teresa para ayudar "a los más pobres entre los pobres". Este chico que dijo que lo único que debía hacer era presentarme en la puerta de la "Casa Madre" e inscribirme como voluntario para el tiempo que quisiera. Deje pasar el tiempo y en Agosto, a través de mi primo Alex, me enteré que Sara, una chica italiana, también había hecho el voluntariado. Ella me confirmó que sólo debía presentarme en la puerta.

Así que el día 13 de Septiembre, después de despedirme de Cristóbal y Ana, mis compañeros de viaje en India, cogí el tren nocturno hacia Calcuta. En el tren iba leyendo "La Ciudad de la Alegría" de D. Lapierre. No quería tener una idea predeterminada de la ciudad, pero lo cierto es que las historias de Hasari Pal y el Padre Lambert crearon en mi cierto respeto hacia Calcuta. Al llegar a la estación de Howrah cogí un taxi pre-pago y fui directamente a Suddher St, la calle de mochileros.

Por la tarde bajé a conectarme a internet. Al ratito, entraron dos chicas al cibercafé. Por su acento eran andaluzas. Yo me mantuve a lo mío, pero luego comentaron que iban a inscribirse a un voluntariado. Les pregunté a cuál era, y si sabían los detalles de cómo hacerlo. Se llamaban Macarena y Patricia, efectivamente eran de Sevilla y como buenas andaluzas tenían muchísima energía y vitalidad. En el camino hacia la Casa Madre conocimos a otros españoles que ya llevaban más tiempo y nos explicaron todo el proceso. La rotación de voluntarios es muy alta así que aquellos que llevan dos semanas ya son expertos para los recién llegados. Nos comentaron los centros que había y que se hacía en cada uno de ellos. (Fotos: Rickshaw, o carritos tirados por hombres, que todavía siguen existiendo en Calcuta. Entrada a la Casa Madre).
  • Kaligath: Es el centro original fundado por la Madre Teresa, también llamado "Nirmal Hriday" (Hogar de los Moribundos y Abandonados). Era un antiguo albergue de peregrinos junto al templo de Kali. Es un centro para enfermos terminales e indigentes, la mayoría de ellos en bastante mal estado. Por tanto, los internos no ayudan en el trabajo y todo recae en los massis (trabajadores), en los voluntarios y en las hermanas.
  • Prem Dam: Es un centro grande también con enfermos pero que están en mejores condiciones que los de Kaligath. Aquí ellos ayudan en la colada, la limpieza de los platos y del centro. Aquellos que empeoran pasan a Kaligath. Aquellos que se curan y mejoran son devueltos a la calle.
  • Sishu Bhavan: Es un orfanato destinado a niños huérfanos de hasta los 6 años especialmente destinados a adopción. En un segundo ala hay niños con discapacidades físicas y psíquicas (ceguera, problemas derivados de la polio, síndrome de Down...) y otros con problemas de desnutrición que sus familiares los han dejado en manos de las Hermanas. Solo admiten voluntarias femeninas.
  • Daya Dan: Es un centro de trabajo con niños discapacitados. Las tareas consisten en limpiar y hacer las camas, bañar a todos los niños, juegos y terapias, darles de comer (con gran trabajo en algunos casos) y acostarlos.
  • Otros: Dispensario en el que tratan y curan heridas, la Leprosería Titagath, centro Nabo Jibon...

Patri, Macarena y yo nos apuntamos por la mañana a Prem Dam porque era un centro dónde necesitaban gente, y por la tarde, día si – día no, ellas se apuntaron a Sishu Bhavan y yo a Kaligath.




Un día de voluntariado...

Nos levantábamos temprano. A las 6 hay misa opcional con las Hermanas. A las 7 am en la Casa Madre se sirve un desayuno: pan y té para los voluntarios. Se dan los avisos del día, se hacen una pequeña oración todos juntos y se canta una canción de despedida a aquellos que están haciendo su último día de voluntariado. La canción es muy sencilla: "Thank you, Thank you; Love you, Love you, Miss you, Miss you" (Gracias, gracias; te queremos, te queremos; te echamos de menos, te echamos de menos), pero es pegadiza y bonita. Después en transporte público en grupos se va a las Casas de Acogida que están esparcidas por toda la ciudad.

En Prem Dam, comenzábamos lavando y secando la ropa. Aquí el trabajo es totalmente "ineficiente": Se lava la ropa a mano. Para tender la ropa cada prenda pasa por una cadena humana de alrededor de 30 personas. A la hora de limpiar el suelo, se hace a cubazos de agua y con unas escobillas de paja. Con la adoración por la eficiencia que tenemos aprendida, el primer día se te ocurren muchas ideas para hacer todo el proceso más rápido y mejor.
Afortunadamente, por prudencia, no dices nada. Si las cosas se hacen así deberá haber un motivo. Los siguientes días fui comprendiendo que el trabajo es importante, pero lo verdaderamente importante es que los enfermos tengan algo que hacer: Una tarea a la que dedicar parte de la mañana y que les haga sentirse útiles. La eficiencia no es un criterio aquí.

Después de la limpieza, venía la hora de afeitar o rapar la cabeza. Despacito íbamos afeitando a aquellos que tenían barba de algunos días y querían afeitarse. Además los enfermos tomaban un té y sus medicamentos. A continuación la hora del té de los voluntarios!. Un descanso en el que nos juntábamos tanto voluntarios como voluntarias. El te estaba muy bueno, y las galletas que tomábamos eran unas galletas super-energéticas que según el rumor se fabricaban en Suiza únicamente para el ejército americano y para la Madre Teresa!. (Foto: Afeitando en Prem Dam. El voluntario del fondo, con barba, es Jason el escritor americano).

Tras el té dábamos la comida y fregábamos, terminando sobre las 12.30 o 13.00.

A la hora de la comida casi todos los voluntarios vuelven a Shudder St. Nosotros, comíamos en el "Blue Sky", un bar con aspecto occidental y buena limpieza. También había muchos voluntarios a los que les gustaba comer en el Tiropati, un puesto callejero con comida muy rica pero quizás no tanta limpieza. Después de comer teníamos tiempo para tomar un café charlando un rato, conectarnos a internet o dormir una siesta fugaz. (Foto: Hora de la comida).



Aquellas tardes que iba a Kaligath el trabajo era similar al de Prem Dam, pero con mayor intensidad. Primero lavar la ropa. Aquí había que frotar, escurrir y tender cantidad de ropa. Después se les administraba los medicamentos, hablábamos con ellos, aunque no siempre conseguías entenderte: Unos no están en condiciones de entender, otros no hablan inglés y la mayoría de los voluntarios no hablamos Hindi ni Bengalí. También les dábamos masajes, o simplemente la mano. Se trata de "estar" con aquella gente y procurar transmitirles un poco de cariño simplemente por el hecho de ser humanos. En Kaligath, más que en otros centros, hay también voluntarios que llevan largo tiempo, incluso muchos años, acudiendo a ayudar. (Foto: Kaligath por dentro. Fotografía de Miguel M.Z).

Aquellos voluntarios que llevan más tiempo van realizando tareas con mayor responsabilidad o dificultad como ayudar en las duchas y en las curas. Las heridas de los enfermos superan todo lo que yo podía haber imaginado. Muchos de ellos tienen infecciones generalizadas que acaban irremediablemente en la muerte. Uno de los trabajos más duros consistía en ayudar a transportar los cadáveres hacia el crematorio.

Una vez terminado el voluntariado volvíamos de nuevo todos a Suddher St. Aquí cada uno hacía lo que quería. Un día fuimos al cine, otro día fuimos al Victoria Memorial a ver el atardecer y otros días nos quedamos hablando y riendo. (Foto: Puesta de sol tras el Victoria Memorial).



Desde el principio me cayeron muy bien, y además con los días fue aumentando la amistad con Macarena y Patricia. Ellas fueron mis amigas más cercanas durante el voluntariado. Me mudé a una habitación contigua en su mismo hotel y solíamos hacer los planes juntos. Además, hicimos el grupo más grande. Conocimos a Ana, Marina y Tito de Madrid, a Cris y Carolina de Valencia; y a otra Cris está todavía más especial. Llevaba viajando 5 años, o mejor dicho viajar era para ella una forma de vida. Se financiaba alquilando su piso en Valencia y con las artesanías que compraba y vendía en sus viajes. Fue interesante conocerla porque no es el tipo de personas que conoces todos los días. También conocimos a un escritor americano que se llamaba Jason Hinojosa. Nadie como él para poner por escrito en un blog las contradicciones en los sentimientos que aparecen en el trato con los enfermos. A Cristian, un chileno que dedicaba todo su mes de vacaciones y trataba a los enfermos con un cariño muy especial, a Miguel, otro español que también trataba muy bien a los enfermos pero con el no era fácil trabajar. En resumen, los que he nombrado, los que olvido (sorry!), y en general toda la gente con la que traté estos días era gente que merecía la pena. (Foto: Riendo con Marina, Ana, Patricia y Macarena mientras tomamos un café).

La experiencia resultó muy enriquecedora. Para algunos voluntarios tiene un carácter religioso o espiritual fuerte. Para otros, es una experiencia en la que aprendes a amar, y a convivir con la muerte del ser humano. Todos los voluntariados, y esté en particular, son experiencias muy enriquecedoras dónde te llevas más de lo que das. (Foto: Los papeles están invertidos, ahora soy yo el hombre-caballo!).

Besos y abrazos para todos!

Jorge.